FORGOT YOUR DETAILS?

1

Para Profesionales y Padres

ABSTRACT

Informacion sobre miología orofacial y actualización de algunos diagnósticos y temas de tratamiento de posible interés.

Qué son los transtornos miofuncionales orofaciales?

Tambien llamados “desórdenes miofuncionales” DMO’s. Son los que incluyen alguna combinación de lo siguiente:

  1. Hábitos anormales de chuparse el pulgar, los dedos, labios y/o lengua
  2. Problema de posición de reposo inapropiada, boca-abierta labios-separados
  3. Problema en la posición de reposo interdental adelantada de la lengua
  4. Problema de la lengua empujando hacia adelante contra los incisivos superiores
  5. Problema en la posición de reposo lateral posterior de la lengua
  6. Empuje inapropiado de la lengua al hablar y/o tragar

Cúales son las consecuencias de los DMO?

Estos hábitos, actividades funcionales y posturas anormales pueden abrir la mordida dental más allá de la posición normal de reposo. Esto puede provocar una interrupción del desarrollo dental en los niños y excesiva erupción en ciertos dientes en los adultos.

Con el tiempo se comienza a observar en los pacientes maloclusión dental, problemas estéticos e incluso cambios en el crecimiento y la posición de la mandibula.

Ejemplos de cambios que pueden resultar de una mala postura crónica de reposo incluyen: aumento de la altura vertical de la cara, mentón retraido, crecimiento hacia abajo y hacia atrás de la parte inferior de la cara (en lugar de hacia abajo y hacia adelante) y labios flácidos e hipotónicos.(Proffit,1986).

Ejemplos familiares de DMO, para pediatras y dentistas, son los hábitos de succión o el uso de “sippy cups” (vasos pitillo). Si bien algunos niños los superan espontáneamente, muchos otros necesitan ayuda para eliminarlos. Los enfoques conductuales miofuncionales son efectivos para eliminar el hábito de succión del dedo pulgar y otros hábitos  de succión asociados (VanNorman, 1997; 1999).

La regla general en odontología, reafirmada en pediatría, es que los hábitos orales deben abordarse y eliminarse antes de la erupción de los incisivos permanentes, o antes de los 6 años. (Hanson and Mason, 2003). Sin la eliminación del hábito, es probable que ocurra  una mordida cruzada posterior maxilar y una mordida abierta anterior, u otras maloclusiones. Los Miológos Orofaciales estan listos y entrenados para trabajar en colaboración con médicos y odontólogos en el proceso de selección de niños que no superan un hábito arraigado y necesitan ayuda profesional para dejarlo.

Hay algo en común entre los DMO’s?

Mientras lee esto, sus labios deberían estar cerrados y sus dientes no deberían estar tocandose; es decir su posición dental de reposo debería caracterizarse por un pequeño espacio interoclusal. Mide  de 2-3 mm entre los molars y de 4-6mm entre los incisivos (Sicher and DuBrul, 1970).

El denominador común de los desórdenes miofuncionales orofaciales es que todos los DMO’s resultan en un cambio en estas dimensiónes vertical o en el espacio libre. Los DMO’s, ya sean por un hábito digital o una postura oral alterada, hacen que la mandibula se abra ligeramente, y al mismo tiempo aumente el espacio interoclusal de reposo entre el maxilar, la mandibula y los dientes superiores e inferiores. Sólo se necesita un ligero aumento en el espacio libre en reposo durante el día para iniciar una continua e indeseada erupción dental vertical. (Proffit, 1986; Mason, 1988).

A la inversa, algunos pacientes tienen un hábito de apretar la mordida por horas durante el día, que implica mantener los dientes juntos, o la mordida cerrada. El cierre del espacio libre durante periodos prolongados  puede provocar traumatismos dentales y disfuncionales de la articulación temporomandibular (Sicher and DuBrul, 1970).  En conjunto, una interrupción del espacio libre de reposo, ya sea demasiado abierto o cerrado, tendra consecuencias negativas en la erupción dental o en la posición de los dientes.

Qué puede hacer la terapía miofuncional orofacial en las variaciones del espacio libre?

El objetivo principal de la Terapia Miofuncional Orofacial (TMO) es recapturar la dimensión normal del espacio libre eliminando hábitos de succión perjudiciales, reposicionando la postura de la lengua, enseñando a respirar, reentrenando y eliminando el empuje de la lengua, y normalizando la postura de reposo. Basandose en una evaluación individual se propone el tratamiento y los ejercicios adecuados.

Un desafío clave en el proceso de evaluación es identificar las causas de los DMO’s. A menudo el factor principal es la ineficacia de las vías respiratorias vinculadas a problemas estructurales tales como amígdalas agrandadas. Otros factores incluyen hábitos de succión no resueltos y problemas asociados con alergias. En la mayoría de los casos, se necesitará un enfoque de equipo para el diagnóstico y el tratamiento de los DMO,’s que  puede incluir doctores, odontólogos, alergólogos y especialistas en otorrinolaringología.

El papel de las vías respiratorias

No hay controversia acerca de la relación de problemas de vías respiratorias y los patrones de hábitos orales y las posturas descritas como DMO’s. Sin embargo, el uso excesivo del término “respiración bucal” basado unicamente en la observación de una postura de reposo de boca abierta y labios separados es inexacto. Es aceptado en pediatría y odontología que la respiración bucal es un término fisiológico que debería reflejar en la mayoría de los casos los resultados de una evaluación aerodiámica de las vías respiratorias (Warren y DuBois, 1964; Watson, Warren y Fischer, 1968). Sin embargo, la apariencia facial de un niño y un hábito de respiración oral no necesariamente están correlacionados (Vig et al, 1981). Se necesita  una evaluación cuidadosa de las vías respiratorias para merecer el diagnóstico de respiración bucal (Mason & Riski, 1983; Riski,1983).

Es bien sabido en odontología y pediatría que muchos niños tienen una higiene oral deficiente. Pero no es tan conocido o reconocido clínicamente que muchos niños también tienen una mala hygiene nasal. Las evaluaciones de las vías respiratorias han confirmado que los niños con mala higiene nasal respiran por la boca. La simple tarea de sonarse o limpiarse la nariz reduce la resistencia de las vías respiratorias nasales hasta en un 50% y en muchos casos, ha servido para eliminar la postura facial que algunos perciben como respiracion oral (Hanson y Mason, 2003).

En los verdaderos casos de respiración bucal, es demostrable la interferencia de las vías respiratorias con las actividades posturales y funcionales de la lengua. Las amígdalas y adenoides agrandadas, la rinitis alérgica y las variaciones de crecimiento en el complejo de estructuras orofaciales y faríngeas pueden influir en las conducta y postura. Una postura de reposo de la lengua hacia adelante, o una deglución con empuje de la lengua, sirven como pistas  para evaluar las vías aérea posteriores.  En otros casos, el empuje lingual y la postura anormal de la lengua pueden indicar la presencia de un hábito de succión.

Las posibles inteferencias de las vías aéreas orofaciales-faringeas-nasales deben evaluarse completamente antes de que se inicie la terapia miofuncional. El trabajo interdisciplinario naturalmente involucrará a los médicos y odontólogos en el diagnóstico y planificación del tratamiento.

Cómo difiere la terapia miofuncional orofacial (TMO) del tratamiento dental?

Si bien los principios teóricos de los DMO se derivan de la ciencia dental, la TMO no es un tratamiento dental. Debe reconocerse una distinción importante entre la odontología y la miología orofacial: los odontólogos y los ortodoncistas se preocupan principalmente por los dientes mientras que los terapistas miofuncionales orofaciales se preocupan por el comportamiento de los dientes y como afectan la cavidad bucal. Esto diferencia el trabajo de reentrenamiento muscular del TMO de las manipulaciones dentales-oclusales y mandibulares de los proveedores dentales y ortodoncistas. También destaca cómo la terapia puede ayudar a la creación o restauración de un entorno oral y una dimensión vertical apropiada en donde los procesos normales de desarrollo dental pueden ocurrir (Mason, 2005).

Controversias que involucran DMO’s. Durante los últimos 50 años, se han perpetuado algunos conceptos erróneos sobre los DMO’s. Algunos ejemplos incluyen:

  • Empujar la lengua es la causa principal de la maloclusión dental. En realidad, empujar es una consecuencia más que una causa de maloclusión (Proffit, 1973).
  • Las personas tragan o pasan saliva 2000 veces por día. En realidad, el promedio de pasar saliva o tragar por día en adultos es de 585, mientras que para los niños el rango es de 800 a 1000 (Flanagan, 1964; Lear, Flanagan y Moorrees,1965).
  • Una deglución con empuje lingual representa una presión excesiva (1-7 libras por trago o deglución). Presiones de deglución promedio a 50 gramos/cm2 (Proffit,1973). Hay 454 gramos en una libra.
  • Las presiones generadas al tragar se suman o se combinan a lo largo del día. Esto es incorrecto; no lo hacen.
  • Un empuje lingual representa un “desequilibrio muscular” orofacial. Nadie ha demostrado el equilibrio muscular entre la lengua y labios, por lo que la idea de que un paciente que tiene desequilibrio muscular necesita terapia es engañosa e incorrecta.

Las percepciones erróneas enumeradas anteriormente son el resultado de especulaciones no respaldadas e investigaciones inadecuadas entre los odontólogos durante las etapas iniciales de la Miologia Orofacial. A travéz de los esfuerzos dentro de la IAOM, tales conceptos erróneos se están abordando y corrigiendo.

Nota Importante

Todos los conceptos erroneos citados anteriormente tienen en común una imagen defectuosa que involucra la importancia del plano horizontal vinculado a DMO’s, y continúa siendo discutido por algunos. Histórica e inexactamente muchos médicos sostuvieron que los dientes se encuentran en medio de fuerzas musculares dinámicas, con los músculos linguales a un lado y los músculos labiales y faciales en el otro. Esta visión falsa de que la lengua y los labios estan en un tire y afloja muscular en el plano horizontal del espacio donde se presenta un DMO presupone incorrectamente que el premio de esta competencia es el control de la posición dental. Ha sido dificil para los médicos entender cómo la establidad  dental, o la falta de, se controla principalmente en la dimension vertical en lugar de horizontal. Representa un continuo desafío eliminar la imagen clínica de competencia de control muscular horizontal entre la lengua, los labios, y los músculos faciales; y comprender cómo la dimensión vertical influye en conductas tales como DMO en el plano horizontal. Una clave para entender cómo la dimension vertical influye en la horizontal es agregar (duración) a la ecuación; es decir, cambios verticales que influyen en el plano horizontal donde los DMO tienen lugar a lo largo del tiempo (cantidad de horas al día), mientras que los mini lapsos de empuje de deglución lingual horizontal o empujes linguales al hablar, carecen de la duración para influenciar los cambios dentales.

En los niños con DMO’s, una postura de descanso con la lengua hacia adelante y los labios separados abre el espacio libre más allá del rango normal, todas estas horas por día desencadenan mayor actividad eruptiva vertical resultando en una maloclusión. En resumen, cuando un DMO con variación en la postura de reposo esta presente diariamente, lo vertical controla lo horizontal y los cambios adversos se reflejan en la dentición. La sugerencia ofrecida a los médicos es: con DMOs, piense verticalmente, no horizontalmente. Los detalles de por qué el plano horizontal y los DMO’s, como el empuje lingual, no tienen en cuenta los cambios dentales se aclaran en las siguientes secciones.

Una Visión Miofuncional de la lengua(Miología Orofacial)

Varios “activadores funcionales” han sido documentados en la literatura de la ortodoncia. Los médicos pueden estar familiarizados en cierta medida con algunos de los dispositivos removibles diseñados para influir en el crecimiento de la mandibula y la erupción dental. Uno de estos es “el activador”(Woodside, 1977), que se basa en los principios enfatizados por Harvold (1974) con respecto al “plano oclusal funcional” y el papel desempeñado en la corrección de ciertas maloclusiones

El siguiente es un breve tutorial para el no ortodoncista sobre la teoría detrás de la erupción dental y su manipulación vertical con aparatos. El plano oclusal funcional representa también la fucionalidad de la oclusión posterior, cuyo nivel e inclinación normalmente son el resultado de fuerzas neuromusculares, de crecimiento y de desarrollo que actúan sobre la dentición (Harvold, 1974). Cabe señalar que en la erupción dental normal, los dientes maxilares posteriores siguen una trayectoria curvilinea hacia abajo y adelante, mientras que los dientes posteriores mandibulares erupcionan verticalmente en armonía con el crecimiento vertical de la parte inferior de la cara (Woodside, 1977). Enlow y Hans (1996) señalan que la desviación mesial y vertical también ocurre además de la erupción como una función básica de crecimiento que ayuda a colocar los dientes anatómicamente a medida que las mandibulas se alargan y se ensachan. La desviación vertical puede modificarse mediante intervención ortodóncica, incluidos los aparatos funcionales; o verse influida negativamente por hábitos orales que aumentan el espacio interoclusal. Por lo tanto, la relación entre los DMO’s y el espacio libre dental queda establecida y reconocida.

La manipulación del plano oclusal funcional mediante dispositivos puede realizarse inhibiendo la erupción de los dientes maxilares posteriores y permitiendo que los dientes posteriores mandibulares entren en erupción verticalmente. Un dispositivo removible puede cambiar una maloclusión Clase II en una Clase I. Asi mismo un dispositivo puede afianzar una Clase II en vez de una Clase I al inhibir la erupción posterior mandibular estimulando la erupción maxilar descendente y posterior (Harvold, 1974). Nadie crearía este tipo de apratos, pero el ejemplo sirve para demostrar que eso es exactamente lo que la lengua es capaz de lograr cuando existe un transtorno miofuncional.

Un concepto importante y una realidad clínica que merece reconocimiento es que la lengua también puede servir como un aparato funcional al abrir el espacio libre y fomentar la erupción diferencial, lo que lleva a una mordida abierta anterior o a una malocclusion de Clase II División 1. El término “erupción diferencial” denota una situación en la que por ejemplo, se fomenta la erupción dental posterior abriendo el espacio libre más allá del rango normal, mientras que al mismo tiempo, la erupción dental anterior es inhibida por una postura de la lengua interdental en reposo; por lo tanto, la erupción posterior acelerada y la erupción anterior inhibida se describen como un proceso combinado de erupción vertical deferencial.

Si la lengua muestra un transtorno miofuncional al descansar habitualmente hacia adelante entre los incisivos y al mismo tiempo la mandibula se abre ligeramente, puede producirse una mordida abierta (Proffit, 1986, Alexander, 1999). Mientras que los dientes posteriores supra erupcionan aumentando el espacio libre posterior, los dientes anteriores son incapaces de erupcionar debido a la presencia interincisal de la punta de la lengua en reposo. Este proceso se caracteriza por la apertura excesiva del espacio libre posterior por períodos prolongados.

La lengua actua como un aparato miofuncional, y su postura incorrecta puede fomentar el desarrollo de una malocusión Clase II.  Si la posición adelantada de la lengua  está además acompañada por la lengua cubriendo las superficies oclusales de todos los dientes inferiores (los lados de la lengua se extienden lateralmente sobre las superficies de los dientes posteriores inferiores), esta actuara como un dispositivo para corregir una maloclusión Clase II. La erupción vertical continua de los dientes maxilares continua a medida que el espacio libre se agranda. Los dientes inferiores a su vez se ven imposibilitados de erupcionar  por la posición de la lengua cubriendolos. Sera solo cuestión de tiempo el desarrollo de una malocclusion Clase II.

Inmagine una lengua flácida y blanda en reposo que cubre los dientes inferiores anteriores y posteriores. Los ejercicios de terapia miofuncional pueden tonificar o la lengua de modo que pueda descansar dentro de los confines de los arcos dentales e incluso empequenecerse después del tratamiento. En tales casos, se necesitan ejercicios musculares para ayudar a la lengua a re-adaptarse al entorno en el que reside.

El concepto de que la lengua puede actuar como un aparato funcional es un dogma de la miología orofacial, compatible con la teoría ortodontica actual, basado en experiencias con varios aparatos funcionales. Este concepto no ha sido ampliamente difundido o apreciado y deberia serlo especialmente entre los ortodoncistas.

Cuál es entonces ‘Lo mas reciente” con respecto a los DMO’s?

Empuje Lingual  Comenzemos con el empuje lingual, ya que este comportamiento ha sido destacado inapropiadamente en el pasado. Algunas conclusiones bien documentadas sobre la deglución y el empuje de la lengua fueron reveladas a partir de las investigaciones de Proffit y sus colegas (ver referencias bajo el nombre de Estudios de Transductores de Presión) usando transductores de presión en miniatura colocados en aparatos dentales que se ajustaron al paladar y los dientes.

  • Los niños al hablar o tragar pueden ser diestros o zurdos de lengua. Típicamente, la parte posterior de la lengua solamente (no la punta) de un lado entra en contacto con los dientes maxilares posteriors o el hueso alveolar de soporte, durante la deglución de saliva. Esta preferencia de “lateralidad” posterior se observa en la producción de sonidos como /s/ que normalmente implican un movimiento o sensación posicional con la punta de la lengua (es decir, la parte posterior de la lengua actua como una bisagra para diriguir y establilizar la punta de la lengua para una posición vertical arbitraria). Interesante- no existe correlación entre lenguajes y destreza
  • El paso o deglución de saliva en los niños se caracteriza por ser variable de una deglución a la siguiente.
  • Hay hasta 10 patrones de transición de deglución de saliva desde una deglución de infante hasta una deglución de adulto. Los cambios en la deglución de saliva estan relacionados con el desarrollo orofaríngeo. Influencias morfológicas que pueden explicar los estados transicionales de deglución en los niños incluyen: (1) cambios en el tamaño y crecimiento de las vías respiratorias de las amígdalas y las adenoides; (2) crecimiento diferencial de la lengua: la lengua crece más rápido que la mandibula a la que está unida; (3) altura de la rama mandibular y lengua posterior; (4) longitud del paladar blando; (5) erupción dental y exfoliación; y (6) maduración neuromotora (Mason, 1988).
  • Las degluciones de saliva en los adultos son estables y altamente predecibles en el patrón de presión y el área de contacto maxilar
  • Las presiones de la lengua dirigidas horizontalmente durante la deglución son insuficientes en fuerza y duración para desplazar los dientes. La cantidad de presión contra los incisivos superiors durante una deglución para una persona con empuje lingual es usualmente entre 25-30 gramos/cm29proffit, 1973).
  • Un empuje lingual definitivamente no produce libras de presión contra los dientes.
  • Las presiones de la lengua diriguidas verticalmente durante la deglución disminuyen con la magnitud de una mordida abierta (Wallen, 1974).
  • Las presiones lingual y labial nunca se equilibran durante una deglución. Las presiones de la lengua son varias veces más altas (es decir, no hay equilibrio muscular)
  • La presion de la lengua y los labios durante la deglución no tiene correlacionan con la posición de los dientes. Muchos pacientes que empujan la lengua tienen una occlusion normal
  • La duración de la presión de la lengua y el labio durante la deglución no se equilibra con el tiempo.
  • Los pacientes sometidos a cirugía ortognática adaptan la presion y los contactos de la lengua para tragar a niveles previos a la operación después de un año de la cirugía. A pesar de la estabilidad o recaída de las estructuras después de la cirugía, la lengua se adapta al entorno en el que reside con respecto a la presión y los contactos (Proffit rt al, 1967-1978, ver Estudios del Transductor de Presión en la lista de referncia)

Postura de la legua en reposo.

La respuesta de la ciencia dental implica la consideración de la teoría del equilibrio. El equilibrio muscular o desequilibrio no es lo mismo que el equilibrio dental.

Como señala Proffit (1978), para que la dentición se mantenga en una posición estable, se nesecitaría algún tipo de equlibrio para facilitar la estabilidad de los arcos dentales. Proffit y otros han identificado un grupo de influencias combinadas que promueven el equilibrio dental. Estas influencias incluyen: 1) presiones intrínsecas: fibras periodontales y fibras gingivales; 2) presiones externas-hábitos y ortodoncia; 3) presiones de los tejidos blandos de los labios, las mejillas y la lengua; y 4) contactos dentales: masticatorio y deglución.

El espacio libre es uno de varios contribuyentes al equilibrio dental. Cuando el espacio libre se altera o cambia en presencia de un DMO, se espera que se produzcan consecuencias dentales verticales y horizontales.

La estabilidad de la posición del diente, o equilibrio dental, así como el espacio libre en reposo, implica un mecanismo de control cortical controlado por las ramas maxilar y mandibular del nervio craneal del trigémino (V) hacia y desde el núcleo del trigémino en la protuberancia. Un huésped de los eventos bioquímicos que rodean el espacio de la membrana periodontal sirve para monitorear y también permitir cambios en las posiciones dentales de largos períodos de aplicaciones de fuerza de ortodoncia continia o intermitente contra la dentición (véase Davidovitch et al., bajo Equilibrio Dental en las referencias).

Si una oclusión normal se ve perturbada  por un problema de la vía aérea o un patón de hábito, el equilibrio dental se interrumpe. Esto puede conducir a una oclusión alterada, o maloclusioón, y puede permanecer estable en un estado alterado de equilibrio hasta que se aborde el problema de la vía aérea o el patrón de hábito.

Es bien sabido y aceptado en la ciencia dental que la presion de la lengua en reposo es determinante para el cambio dental y maloclusión, mientras que el empuje lingual no es una causa primaria. Un empuje lingual acompañado de una postura interdental de reposo de la lengua hacia adelante, puede potencialmente exacerbar una maloclusión en desarrollo, pero el empuje lingual solo no está relacionado con el cambio dental (Proffit, 1986).

  • Que hay de Nuevo con los DMO y TMO?Los procedimientos de terapia miofuncional orofacial con DMO son efectivos, consistentes y exitosos. A medida que la disciplina de la miología orofacial crece y prospera, los cambios en la terminología y las perspectivas se producen dentro de la IAOM para reflejar los avances. Algunos cambios selecionados se comparten aquí:
    • La terapia ha sido reconocida como terapia postural de reposo orofacial. Este cambio de perspectiva identifica el impacto de la postura oral sobre los cambios dentales, y la naturaleza adaptativa y oportunista del empuje lingual. Aún así, es recomendable que el impulso lingual se corrija en caso de que exista un problema cosmético asociado o una postura de reposo interdental adelantada de la lengua.
    • Aconsejamos a los miólogos orofaciales, a los médicos y a los dentistas que tengan cuidado al etiquetear a un paciente como respirador bucal, especialmente en ausencia de pruebas aerodinámicas. Una postura de reposo con boca abierta y labios separados no es necesariamente respiracion bucal (Hanson y Mason, 2003).
    • El concepto del espacio libre es un componente asociado con los DMO’s. La importancia del espacio libre asociada a los DMO’s distingue el enfoque de los terapeutas miofuncionales orofaciales (TMO) de los ortodoncistas y el tratamiento dental. Uno de los objetivo de los miólogos orofaciales es recapturar o establecer un espacio libre normal.
    • Trabajar para lograr la competencia labial es un aspecto importante de TMO. En muchos casos, la terapia para lograr un sello labial en reposo puede evitar la necesidad de terapia de la lengua y también puede conducir a renormalizar el espacio libre.
    • La visión actual en la miología orofacial es que el empuje lingual y la postura de reposo interdental de la lengua hacia adelante sirvan como pistas de la probable existencia de un hábito de succión o un problema respiratorio no resuelto. Dichos pacientes necesitan ser referidos a pediatras, médicos de familia, alergólogos o especialistas en otorrinolaringología para la evaluación definitiva de las vías respiratorias, según corresponda.
    • Aconsejamos suspender el uso del término equivocado de desequilibrio muscular. En su lugar, es recomendable enfocarse y dialogar sobre el descanso lingual y los patrones funcionales.
    • En los informes clínicos, es recomendable sustituir el término empuje lingual siempre que sea posible, con un adjetivo como transitorio, obligatorio, adaptativo, neuromotor, e incluso cosmético.
    • Es recomendable dejar de usar el término presión excesiva tal como se aplica a los DMO. Empujar, por ejemplo, no implica presiones excesivas contra los dientes (Proffit, Sarver y Fields, 2006).
    • El término patron describe mejor el empuje lingual. Muchos ortodoncistas responden negativamente al enfoque histórico (e inexacto) y al énfasis excesivo en “empujar” en lugar de “descansar” cuando se habla de la lengua.

    Qué depara el futuro para el campo de la Miología Orofacial?

    Una de las aspiraciones para la evaluación y esclarecimiento de las variables asociadas con los transtornos miofuncionales orofaciales es que los TMO participen más plenamente en las acividades multidisciplinarias y los intereses de otros campos. El campo cambiará y se adaptará a medida que las aplicaciones clínicas y de investigación en los campos médico y dental encuentren aplicaciones para los DMO, y viceversa.

    Como ejemplo de un área multidisciplinaria de interés, Actualmente hay investigaciónes en curso acerca del óxido nítrico nasal, (gas producido por las células epiteliales que recubren el interior de las vías aéreas altas, nariz y senos paranasales). Este pudiera estar invoucrado en la regulación de la, entre muchas otras cosas, resistencia nasal unilateral de las vías respiratorias (Ferguson y Eccles, 1998). La interferencia de las vías respiratorias y los esfuerzos de terapia para establecer y mantener un patrón nasal de respiración entre TMO’s indican la necesidad de un enfoque terapéutico para comprender los problemas individuales de los pacientes. El interés en las vías respiratorias y su influencia en las posturas y funciones orales seguirá siendo foco de interés clínico y de investigación. El posible papel del miólogo orofacial en el trabajo con problemas relacionados con el sueño se encuentran actualmente en discusión y estudio. Algunos resultados preliminares sugieren que trabajar para ejercitar la lengua y tonificarla o fortalecerla pueden ayudar a aliviar los síntomas de la apnea durante sueño.

    Las muchas oportunidades y desafíos en el campo de la miología orofacial se pueden abordar exitosamente comunicandose y colaborando con los médicos y profesionales dentales con intereses mutuos y roles entrelazados con pacientes individuales. Se espera que esta informacion ayude a mejor comprender el campo de la miología orofacial y algunas de las actividades en curso, objetivos y teorias involucradas.

Resumen

La terapia miofuncional orofacial no es terapia del habla. TMO es una terapia para corregir los problrmas de la función muscular que influyen la oclusión dental; forma facial; masticación; deglución y postura de descanso de la lengua, los labios y la mandibula. No todas las personas que tienen empuje lingual tienen un problema del habla y no todos los que tienen un problema del habla tienen un empuje lingual.

Los miólogos orofaciales deberían estar dispuestos a participar en equipos interdisciplinarios. Muchos TMO ya han establecido interaccion clínica colaborativos con equipos relacionados con las universidades y con dentistas generales, especialistas dentales en articulción temporo mandibular, ortodoncistas, cirujanos orales y maxilofaciales, pediatras, alergólogos, otorrionolaringólogos, cráneo-osteópatas y médicos especializados en el manejo del dolor craneofacial. La rápida evolución de la miología orofacial mantiene un compromiso de colaboracion para incrementar los recursos de referencia en medicina y odontología.

A continuacion, referencias que incluyen estudios y textos citados en esta actualización para dentistas y médicos. También se incluye una lista de estudios clásicos recomendados por Proffit y colegas de la ciencia dental que han documentado funciones orales relacionadas. Los textos de referncia seleccionados se citan como recursos para proporcionar información básica de la ciencia dental con respecto a los DMO’s, el desarrollo dental y el crecimiento y desarrollo orofacial.

Para aquellos profesionales dentales y médicos que puedan desarrollar un interés específico en los DMO’s, especialmente pediatras, alergólogos y especialistas en otorrionolaringología, se recomienda el texto líder de ortodoncia de Proffit, Sarver y Fields (2006). Es un excelente recurso. El texto de Hanson y Mason (2003) es específico de DMO’s.

References

Artículos específicos de DMO’s Teoría y Práctica

Mason, R.: (Ed.) Orofacial myology: Current trends [Special Issue], International Journal of Orofacial Myology, 14, 1, March, 1988.

Mason, R.: A retrospective and prospective view of orofacial myology. International Journal of Orofacial Myology, 31, November, 2005.

Frecuencia de Deglución

Flanagan, J.B.: Observations on the incidence of deglutition in man and measurement of some accompanying forces exerted on the
dentition by perioral and lingual musculature. Master’s thesis. Forsyth Infirmary, Harvard University, 1964.

Lear, C.S.C., Flanagan, J.B., and Moorrees, C.F.A.: The frequency of deglutition in man. Archives Oral Biol., 10:83-99, 1965.

Eficacia de Tratamiento: Sirve la terapia Miofuncional?

Alexander, C.D.: Open bite, dental alveolar protrusion, Class I malocclusion: a successful treatment result. American Journal of
Orthodontics and Dentofacial Orthopedics, 116, 5, 494-500, 1999.

Andrianopoulos, M.V., and Hanson, M.L.: Tongue thrust and the stability of overjet correction. Angle Orthodontist, 57, 2,121-135, 1987

Christensen M., and Hanson, M.L.: An investigation of the efficacy of oral myofunctional therapy as a precursor to articulation therapy
for pre-first grade children. Journal of Speech and Hearing Disorders, 46, 160-167, 1981.

Cooper, J.S.: A comparison of myofunctional therapy and crib appliance effects with a maturational guidance control group.
American Journal of Orthodontics, 72, 333-334, 1977.

Hahn, V., and Hahn, H.: Efficacy of oral myofunctional therapy. International Journal of Orofacial Myology, 18, 21-23, 1992.

Hanson, M.L., and Andrianopoulos, M.V.: Tongue thrust and malocclusion. International Journal of Orofacial Myology, 20, 9-18, 1982.

Ohno, Y., Yogosawa, F. and Nakamura, F.: An approach to openbite cases with tongue thrusting habits with reference to habit
appliances and myofunctional therapy as viewed from an orthodontic standpoint. International Journal of Orofacial Myology, 7, 3-10,
1981.

Smithpeter, J., and Covell, D. Jr.: Relapse of anterior open bites treated with orthodontic appliances with and without orofacial
myofunctional therapy. American Journal of Orthodontics and Dentofacial Orthopedics, 137, 5, 605-614, 2010.

Toronto, A.S.: Long-term effectiveness of oral myotherapy. International Journal of Orofacial Myology, 1,132-136, 1975.

Umberger, F.G., and Johnston, R.: The efficacy of oral myofunctional and coarticulation therapy. International Journal of Orofacial
Myology, 23, 3-9, 1997.

Van Norman, R.A.: Digit-sucking: a review of the literature, clinical observations and treatment recommendations. International
Journal of Orofacial Myology, 12:14-34, 1997.

Van Norman, R.A.: Helping the Thumb-Sucking Child. Avery Publishing Group, NY, 1999.

Vías aérea

Ferguson, E.A. and Eccles, R.: Relationship between nasal nitric oxide concentration and nasal airway resistance. Rhinology, 36, 3,
120-123, 1998.

Mason, R., and Riski, J.: Airway interference: a clinical perspective. International Journal of Orofacial Myology, 9, 9-11, 1983

Riski, J.: Airway interference: objective measurement and accountability. International Journal of Orofacial Myology, 9, 12-15, 1983.

Vig, P., Sarver, D.M., Hall, D.J., and Warren, D.W.: Quantative evaluation of nasal airflow in relation to facial morphology. American
Journal of Orthodontics, 79, 263-272, 1981.

Warren, D.W., and DuBois, A.: A pressure-flow technique for measuring velopharyngeal orifice area during speech. Cleft Palate
Journal, 1, 52-71, 1964.

Watson, R.M., Warren, D.W., and Fischer, N.D.: Nasal resistance, skeletal classification and mouth breathing in orthodontic
patients. American Journal of Orthodontics, 54, 367-379, 1968.

Textos de Referencia recomendados

Enlow, D.H., and Hans, M.G.: Essentials of Facial Growth, W.B. Saunders, Philadelphia, 1996.

Hanson, M.L., and Mason, R.M.: Orofacial Myology: International Perspectives, C.C. Thomas, Springfield, IL, 2003.

Harvold, E.: The activator in interceptive orthodontics. C.V. Mosby, St. Louis, 1974.

Proffit, W.R.: Contemporary Orthodontics, C.V. Mosby, St. Louis, 1986.

Proffit, W.R., and Fields, H.: Contemporary Orthodontics, 3rd Edition, C.V. Mosby, St. Louis, 2000.

Proffit, W.R., Sarver, D.M., and Fields, H. W.: Contemporary Orthodontics, 4th Edition, C.V. Mosby, St. Louis, 2006.

Sicher, H., and DuBrul, E.L.: Oral Anatomy, 5th Edition, C.V. Mosby, 1970.

Woodside, D.G.:The activator. In T.M.Graber and B.Neumann, Removable Orthodontic Appliances. W.B.Saunders, Philadelphia 1977

Estudios de selectores transductores de presión por Proffit y colégas

Brown, W., McGlone, R., and Proffit, W.R.: Relationship of lingual and intra-oral air pressures during syllable production. J. Speech
Hearing Res., 16, 1973, 141-151.

Mason, R.M., and Proffit, W.R.: The tongue thrust controversy: Background and recommendations. J. Speech Hearing Disorders, 39,
2, 1974, 115-132.

McGlone, R., and Proffit, W.R.: Correlation between functional lingual pressures and oral cavity size. Cleft Palate J., 9, 1972, 229-235.

McGlone, R.E., and Proffit, W.R.: Patterns of tongue contact in normal and lisping speakers. J. Speech and Hearing Research, 16, 3,
September, 1973, 456-473.

McGlone, R., Proffit, W.R., and Christiansen, R.: Lingual pressures associated with alveolar consonants. J. Speech Hearing Res.,
10, 1967, 606-614.

Proffit, W.R.: Lingual pressure patterns in the transition from tongue thrust to adult swallowing. Arch. Oral Biol., 17, 1972, 555-563.

Proffit, W.R., Chastain, B., and Norton, L.: Linguo-palatal pressures in children. Am. J. Orthodontics, 55, 1969, 154-166.

Proffit, W.R.: Muscle pressure and tooth position: A review of current research. Australian Orthodont., 3, 1973, 104-108.

Proffit, W.R., and Norton, L.: The tongue and oral morphology: Influences of tongue activity during speech and swallowing. In Speech
and the Dentofacial Complex: The State of the Art, ASHA Reports 5. American Speech and Hearing Association, Washington D.C.,
1970, 106-115.

Proffit, W.R., Palmer, H., and Kydd, W.: Evaluation of tongue pressure during speech. Folia Phoniatrica, 17, 1965, 115-128.

Proffit, W.R., and Mason, R.M.: Myofunctional therapy for tongue-thrusting: background and recommendations. J. Amer. Dental
Assoc., 90, February, 1975, 403-411.

Wallen, T.R.: Vertically directed forces and malocclusion: A new approach. J.Dental Res., 53, 1974, 1015-1022.

Equilibrio Dental

Davidovich, Z., Montgomery, R., Eckerdal, O., and Gustafson, G.: Demonstration of cyclic AMP in bone cells by immuno-
histochemical methods. Arch. Oral Biol., 19, 1976, 305-315.

Davidovitch, Z., and Shamfeld, J.:Cyclic AMP levels in alveolar bone of orthodontically-treated cats. Arch.Oral Biol., 20, 1975, 567-574.

Davidovich, A., and Montgomery, P.: Cellular localization of cyclic AMP in periodontal tissues during experimental tooth movement in
cats. Calcified Tissue Res., 19, 1976, 317-329.

King, G.J., and Keeling, S.D.: Orthodontic bone remodeling in relation to appliance decay. Angle Orthod., 65, 1995, 129-140.

King, G.J., Keeling, S.D., McCoy, W.A., and Ward, T.H.: Measuring dental drift and orthodontic tooth movement in response to various
initial forces in adult rats. Amer. J. Orthod. Dentofacial Orthoped., 99, 1991, 456-465.

King, G.J., Latta, L., Rutenberg, J., Ossi, A., and Keeling, A.: Effect of appliance removal on alveolar bone turnover in rats. J. Dental
Res., 74, 1995, 927 [Abstract].

Proffit, W.R.: Equilibrium theory revisited: Factors influencing position of the teeth. Angle Orthod. 48, 3, 1978, 175-186.

Crecimiento y Desarrollo/ Morfología

Creekmore, T.D.: Inhibition of stimulation of the vertical growth of the facial complex: its significance to treatment. Angle Orthod., 37,
1967, 285-297.

Harvold, E.P. :( Chapter 2), Growth changes. The Activator in Interceptive Orthodontics, C.V. Mosby: St. Louis, 1974.

Ingervall, B., and Eliasson, G.B.: Effect of lip training in children with short upper lip. Angle Orthod., 52, 3, 1982, 222-233.

Mason, R.M., and Serafin, D.: The tongue: Interdisciplinary considerations. Chapter 38, in Serafin, D., and Georgiade, N.G: Pediatric
Plastic Surgery, volume 2, C.V. Mosby, St. Louis, 1984, 711-732.

Pepicelli, A., Woods, M., and Briggs, C: The mandibular muscles and their importance in orthodontics: A contemporary review. Am.
J. Ortho Dentof. Orthoped., 128, 2005, 774-780.

Satomi, M.: The relationship of lip strength and lip sealing in MFT. Int. J. Orofacial Myology, 27, 2001, 18-23.

Schudy, F.F.: Vertical growth versus anteroposterior growth as related to function and treatment. Angle Orthod. 34, 1964, 75-93.

Thuer, U., and Ingervall, B.: Pressure from the lips on the teeth and malocclusion. Amer. J. Orthod., 90, 3, 1986, 234-242.

Vig, P.S., and Cohen, A.M.: Vertical growth of the lips: A serial cephalometric study. Amer. J. Orthdont., 75, 4, 1979, 405-415.

ACKNOWLEDGMENT
This articlewas prepared by Robert M. Mason, DMD, PhD., and based on information modified from an article entitled “An Update on
Orofacial Myofunctional Disorders: More than Tongue Thrust”, published on the website www.SpeechPathology.com, and featured
during February, 2009.

TOP